La Formación Profesional ya no vale
Los empresarios se quejan desde hace tiempo de que los profesionales que se incorporan al mercado laboral no satisfacen las necesidades de las compañías. La Formación Profesional se presentaba como una solución a la sobreeducación universitaria, pero los responsables de las empresas advierten ahora sobre las graves carencias de este ciclo formativo. La FP tampoco vale.
19-04-2010 -
La Formación Profesional (FP) parecía el camino correcto para acceder a un empleo y probablemente lo siga siendo –el 63% de los estudiantes encuentra trabajo–, pero los empresarios no están realmente satisfechos con la preparación de los técnicos que contratan. Ni siquiera la reforma más reciente –que ha aumentado de 21 a 26 la oferta de familias profesionales y ha modificado el contenido de los títulos para adecuarlo a las necesidades de las empresas– ha conseguido paliar el hambre de las organizaciones que acuden al mercado para cazar a los escasos técnicos.
Según el informe de la Comisión Europea La educación en Europa en 2009, el 43% de los jóvenes que acaban la ESO en España optan por la Formación Profesional, frente al 57% que elige Bachillerato; en Europa sucede justo lo contrario, y un 51,7% de alumnos escoge la formación técnica, mientras que el 48,3% se decanta por el Bachillerato.
Las Cámaras de Comercio han preguntado a 4.990 empresas de todos los sectores cuál es su valoración de la FP. El resultado es un ramplón 5,6 en una escala de 0 a 10. Entre las carencias que se apuntan está la falta de motivación de los trabajadores y la adaptación de la oferta formativa a sus demandas. Este defase no deja indiferente a Carmen Ayllón, directora de programas de apoyo a las empresas de las Cámaras de Comercio: "La FP es una formación de futuro y desde 1993 se está trabajando para que la conexión entre estos estudios y la empresa sea una realidad. Sin embargo, mientras en otros países europeos la formación técnica es mayoritaria, en España hay un cuello de botella importante en nuestra pirámide formativa: tenemos muchos directivos y pocos técnicos". Una vez más la corbata supera a la bata azul.
Al margen de consideraciones sociales que siempre han visto a los estudios de FP en segunda división, Ayllón justifica que la escasa valoración de esta formación sea una consecuencia de la preparación del equipo docente: "Los profesores son muy buenos, están bien cualificados e inician su actividad con formación y programas que impactan. Pero a veces padecen algunos déficit, como la experiencia directa, o desconocen los retos a los que se enfrentan sus alumnos, por ejemplo la flexibilidad, los conocimientos técnicos más actuales y las competencias transversales como la adaptación al cambio o la asunción del riesgo, es decir, todas las habilidades que va a tener que desarrollar el candidato en su puesto de trabajo".
Beatriz Zafra, directora de formación de las Cámaras, también apunta que "los conocimientos de un profesor tras quince años de docencia pueden estar desfasados". A la vista de los resultados de la encuesta, Ayllón añade que el reto es buscar esquemas que aumenten la conexión entre las empresas y los docentes. Según el informe, el 28,1% de las organizaciones señala la falta de adaptación de la oferta formativa a sus requerimientos como una de las principales carencias de la FP. Son las compañías que cuentan entre 10 y 49 empleados, más de un 30%, las que más acusan este desfase. Para cubrir esta distancia, las Cámaras imparten cursos de reciclaje para los profesores de FP en colaboración con el Ministerio de Educación. Cada año pasan por sus aulas alrededor de 300 docentes, de un total de unos cien mil que trabajan en España.
A la caza del técnico
Pese a sus carencias formativas está claro que muchas empresas se rifan los perfiles técnicos, y no todas tienen una opinión negativa. Por ejemplo, en NH Hoteles valoran positivamente la formación recibida en los ciclos tanto de grado medio como superior, "no sólo en los módulos relacionados con hostelería y turismo, sino también en otras especialidades con las que trabajamos habitualmente, como electricidad o administración", explica Francisco Catalá, director de RRHH internacional de la cadena hotelera, quien añade que no percibe falta de motivación en estos candidatos, "quizá porque nuestro sector es muy vocacional".
Juana Gálvez, directora de RRHH de Coritel –compañía del Grupo Accenture especializada en servicios de desarrollo y mantenimiento de aplicaciones–, reconoce que los alumnos de FP llegan ahora mejor preparados técnicamente que hace unos años: "Los titulados que incorporamos en el sector de Tecnologías de la Información (IT) poseen una formación adecuada a lo que necesitamos". No obstante, Gálvez echa en falta conocimientos de inglés, "que mejorarían considerablemente la empleabilidad de los candidatos. Asimismo, las escuelas de Formación Profesional deben tener en cuenta el fomento de habilidades empresariales, como la capacidad de adaptación, la flexibilidad para trabajar en entornos nuevos y cambiantes y la evolución profesional mediante la formación continua".
Una opinión que comparte Manuel Ángel Sánchez, director de RRHH de Schneider Electric Iberia. Para él, la experiencia práctica de estos alumnos tendría que ser más profunda, real y extensa antes de incorporarse al mercado laboral: "Creo que en los centros de formación debería hacerse mayor hincapié en el desarrollo de sus habilidades, que no en el de sus conocimientos, porque su preparación teórica es suficientemente buena".